10/3/20

Sed contrarrevolucionarios


El germen de las revoluciones está en los deseos sobreexcitados de la muchedumbre por los tribunos que la explotan y benefician. Y SERÉIS COMO RICOS, la fórmula de las revoluciones socialistas contra las clases medias. Y SERÉIS COMO LOS NOBLES, la fórmula de las revoluciones de las clases medias contra las clases nobiliarias. Y SERÉIS COMO LOS REYES, la fórmula de las revoluciones de los nobles contra los reyes. Y SERÉIS A MANERA DE DIOSES, la fórmula de la primera rebelión del primer hombre contra Dios. Desde Adán, el primer rebelde, hasta Proudhon, el último impío, ésa es la fórmula de todas las revoluciones.

-Donoso-

Tú, odiosa revolución, hija de la Impiedad, tienes frente a ti a los guardianes de lo Antiguo. Combate la revolución allí donde se encuentre, con hidalguía, buena fe, ciencia profunda y piedad cristiana.

19/10/18

LIBERTAD


La virtud en el hombre es fuerza; y si apoyado en la virtud el hombre subyuga sus pasiones y reina o gobierna su razón ilustrada por un consejero divino, aquel hombre es libre. De hombres honrados y de pueblos sobrios y virtuosos se hacen pueblos libres; pero de hombres o pueblos en quienes cunde el libertinaje del espíritu o el apetito desenfrenado de goces materiales - haced las Constituciones que queráis -, no haréis mas que pueblos turbulentos o esclavos.

Aparisi y Guijarro

17/5/18

Soñando






...y sonó lentamente la hora maravillosa en que la España eterna florecía de nuevo, como la rama joven de un árbol roto, carcomido y seco. 


...y surgió revestida de púrpura y oros. Sus oros eran hebras de muchos soles yertos, que doraron los tiempos señoriales en que España era grande y era Imperio. 


Oro en los galeones, traídos de las Indias por nautas y guerreros; en los blondos trigales, como mares bruñidos y serenos. En el acero gris de las rodelas y en el claro de luna de los yelmos, la púrpura era sangre de los héroes, que en la lid por la patria sucumbieron.


¡Noble sangre de mártires y santos, de apóstoles, hidalgos y pecheros!...Es la lanza de Rodrigo, es la cruz de Santiago, es la tizona potente del Rey Fernando tercero.


P. Mengíbar

26/11/16

Sin miedo



Las Tumbas, henchidas de los misterios de la eternidad y rodeadas por el respeto de todos los pueblos conocidos y hasta en los pueblos salvajes; tierra consagrada por las oraciones, huesos por donde corrió la luz del pensamiento, el fuego de las pasiones, la electricidad de la vida. Culto de la muerte, que lo es también de la inmortalidad y sus inefables promesas.
Allí donde la vida se tornó muerte, la muerte se tornará vida. Mas luchar es vivir, y aunque sepamos encontrar la muerte, preferimos morir arrancando la flor de nuestra suerte.

4/4/16

Por fe y por amor



Estáme la fe enseñando
Y estáme el amor diciendo
Que todo se torna blando
A nuestro Dios invocando
Y a nuestro rey requiriendo.

Que Dios corona a los reyes
Para que a mundos mejores
Lleven innúmeras greyes,
Mejor que atadas con leyes,
Sueltas en curso de amores…

30/10/15

Len, oraiñ eta güero ni beti zurequin


Deber de todo buen vasco, hállese donde se halle, es el de aborrecer con todo corazón el trapo inmundo llamado "ikurriña", impuesto desde el odio, desprecio y la mala voluntad de unos y la aquiescencia cobarde de otros. Y así, y ya va mas de un siglo, se extendió la pandemia por todo el orbe, Terranova, Idaho, Nueva York, Puerto Rico, Méjico, Uruguay, Mar del Plata, Ciudad del Cabo, Sydney, Manila...pero los hay, todavía incólumes e impertérritos emulando a Lezo o a Churruca, que a día de hoy, viven libres de la pandemia zombi, guardando como sus padres antes que ellos, la llama de la Tradición y la memoria de los ancestros, el porqué nacieron, el porqué vivieron y el porqué murieron.

¿SER EZAUGO DEUTZET NERE JAUN TA AITARI? MAITE DODALA TA NIREGAZ BIZCAITAR GUZTIJAC, ETA ZURE GAITIK TUA ESPAÑAREN  ONDO IZATIA GAITIK EMONGO NEUKIALA NEURE BIOTZECO ASQUENENGO ODOL TANTARAÑO.

¿QUÉ DIRÉ A MI SEÑOR Y PADRE? QUE LE AMO EXTREMADAMENTE, COMO LE AMAN TODOS LOS VIZCAÍNOS, Y QUE POR ÉL Y POR LA VENTURA DE ESPAÑA DERRAMARÍA GUSTOSO HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE MI SANGRE.

En memoria de JOSÉ MARÍA ARRIZABALAGA ARCOCHA

29/10/15

Pro Aris et focis



Como el hombre y la mujer hablan alrededor del hogar, ese fuego que guardan y que los guarda, es lo que responde a la palabra y a lo que la palabra responde.  El fuego del Hombre y la palabra del Hombre se corresponden.

PRO ARIS ET FOCIS, HOC EST, PRO PUBLICI SANCTITATE IURIS, PRO LIBERTATE! 

18/8/15

Es tiempo de guerra


Uníos cristianos al pie del Altar, porque es tiempo de guerra ¿por qué separados habéis de luchar? La unión es la fuerza, juntad vuestras armas, corred apiñados gritando animosos ¡queremos vencer!. Si a Cristo desprecian, confesad vosotros que es camino, verdad y vida. Seguidle, buscadle; dejad a los otros que así le abandonan. Escoged bandera, y si ésta de Cristo queréis elegir, consevad intacta vuestra fe primera y jurad por ella, vencer o morir. Luchad como luchan las almas sencillas, matando el orgullo y sufriendo el dolor. Sabiendo humillarse y buscando verdades en corrientes puras, y en la Santa Virgen, sabiendo esperar.

Valiente en la guerra
¿quién hay, cual yo soy?
¿Quién vibra el basto
Con mas valentía?
Quién golpes daría
Tan rudos, cual doy?
¡Guerreros, oídme!

¿Quién hay, cual yo soy?

26/7/15

Los que tenéis honra



Se dijo una vez: dichoso aquél que muere con limpia fama, porque sobre su tumba caerán lágrimas y las bendiciones de los pueblos; allí se plantará el laurel de la inmortalidad y sus ramas verdes subirán a la altura; por encima de las ramas benditas ascenderán al cielo las plegarias de los buenos.

Ahora, la espada de los justos, es motivo de burla y de irrisión ¿qué nos queda? Poned a un lado a los héroes que alguna vez han sacrificado la honra en las aras de la humildad; poned a otro a los mártires del espíritu, a quienes se la ha arrebatado el viento de la calumnia: al que ha conquistado alguna vez la corona de la honradez, no le arrebata su honra, ni la persecución del poderoso, ni la sentencia del juez, ni la cadena, ni la calumnia, ni la falsa mala fama, ni el cepo del encierro,…. porque dentro del calabozo gozará su alma de la santa libertad de los inocentes.

Los que tenéis honra, los que representáis lo mas noble de la humanidad, los que sois timbre y gloria de la raza de Adán, quedaos en la tierra para renovar la vida de los pueblos que agonizan. ¡Palmas y laureles para vosotros!


-          Hay una cosa de tanto precio en el mundo, que con nada se paga, ni por nada se vende.  “(…) porque el honor es patrimonio del alma, y el alma solo es de Dios” (Calderón de la Barca).

13/7/15

MIGUEL GÓMEZ DAMAS O LA CLEMENCIA EN LA GUERRA CIVIL


Merece la pena, no ya enlazar, sino reproducir el texto íntegro ¡Paz...y guerra si me la hacen!

http://elblogdecassia.blogspot.com.es/2015/07/miguel-gomez-damas-o-la-clemencia-en-la.html



PAZ Y GUERRA SI ME LA HACEN


Manuel Fernández Espinosa



Allá por el siglo III antes de Cristo, el caudillo galo Breno venció al ejército del romano Quinto Sulpicio. Los romanos propusieron pagarle 1000 monedas a condición de liberarse y el intrépido celta sentenció: "Vae victis" (¡Ay, de los vencidos!).

Así ha sido a lo largo de los siglos. Los ejércitos derrotados, las naciones conquistadas, los pueblos vencidos apenas se han beneficiado de la clemencia ante el arrollador paso de sus vencedores. Tal vez por eso, por no haber vencido, es que el carlismo todavía sea un gran desconocido. Como reacción popular contra la revolución liberal y burguesa el carlismo se echó al monte en tres guerras durante el siglo XIX. El entusiasmo popular que generaba no pudo vencer contra maniobras traicioneras, como la de Maroto, ni contra un ejército gubernamental, mejor pertrechado y auxiliado por potencias como Inglaterra y Francia que estaban especialmente interesadas en imprimir a España una dirección bien contraria a la naturaleza y la tradición españolas. Todavía en el siglo XXI, comunicadores como Federico Jiménez Losantos o César Vidal, prosiguen la campaña desfiguradora del carlismo, propagando tópicos sin apenas detenerse a considerar el fenómeno con un mínimo rigor intelectual. Jiménez Losantos, p. ej., ha culpado al carlismo de ser inspirador del nacionalismo vasco de Sabino Arana, sin considerar que fue el carlismo el que más sufrió con la irrupción del nacionalismo. Y bien podemos considerar la novela "Bilbao no se rinde", de César Vidal, como paradigma panfletario que reúne todos los tópicos que contra el carlismo se han ido creando desde el siglo XIX: crueldad, fanatismo, oscurantismo, opresión, etcétera. 

He tenido ocasión de explicar recientemente, en la revista impresa NIHIL OBSTAT, que las patrañas sobre las que se ha montado una imagen del todo distorsionada del fenómeno histórico del carlismo son insostenibles, me refiero a mi artículo "Tribulaciones del carismo en camino a su reintegración". Resumidamente diré aquí que las tres grandes mentiras que cunden sobre el carlismo quedan totalmente desmontadas al menor esfuerzo que hagamos de estudiar el fenómeno en la bibliografía más amplia, nacional y extranjera, y -lógicamente- en los documentos de la época.

1) El carlismo no fue una simple cuestión dinástica, sino que fue una cuestión política: no podría explicarse que el carlismo todavía exista en el siglo XXI si fuese una cuestión exclusivamente dinástica.

2) El carlismo no fue un fenómeno restringido a ciertas zonas norteñas españolas, sino que fue un fenómeno que afectó a la totalidad de España: lo hemos demostrado y seguiremos demostrándolo desde las páginas de ÓRDAGO y desde este mismo blog. Muchos que siguen EL BLOG DE CASSIA también han emprendido en sus respectivas poblaciones indagaciones sobre el carlismo y lo han podido comprobar.

3) El carlismo no fue un fenómeno limitado a unas elites tradicionales (clero, aristocracia...), sino que fue un fenómeno transversal sociológicamente. Los hombres que formaban en las filas del carlismo en la I Guerra Carlista eran voluntarios, mientras que el ejército gubernamental (el de la Regente María Cristina y su hija Isabel) eran llamados por los carlistas los "peseteros", pues no militaban por convicciones. Por muchos curas, frailes y militares profesionales que hubiera en la España de 1833, sin la adhesión heroica de un pueblo no se comprende que se pudiera prolongar una guera por siete años (y me refiero a la I Guerra Carlista; recordemos que hubo tres en el siglo XIX). Y esa amplia base social a favor del carlismo existió en España hasta bien entrado el siglo XX: una gran parte del pueblo español era carlista -es lo que no dicen los manuales de texto ni en los Institutos de Enseñanza Secundaria. El carlismo incluso tuvo sus contactos con el movimiento obrero que, en la III Guerra Carlista, estuvo a punto de entrar a formar parte del carlismo, truncándose ese propósito por la dirección que marcaron las logias masónicas a sus agentes infiltrados en el Movimiento Obrero, así como haciendo lo posible por apartar de la dirección de éste a los líderes obreristas (no-masones).

Dicho esto vamos a abundar hoy en algo que, considero, es toda una lección histórica muy poco conocida y cuya ignorancia hemos de atribuir a esa falsa imagen que del carlismo se ha ofrecido por parte de sus "vencedores". Y por tocar de lleno a una de las figuras más gloriosas de nuestra historia local no dudamos que será lo suficientemente interesante para nuestros paisanos.

El General Miguel Sancho Gómez Damas, preclaro hijo de Torredonjimeno, no sólo fue el protagonista de una hazaña militar tan notable como su famosa Expedición, estudiada incluso en las academias militares extranjeras. También fue en su conducta, para con las ciudades conquistadas y para con los prisioneros, uno de los modelos más impecables de carlista, de cristiano caballero y español. Y eso fue algo que incluso tuvieron que reconocerle los liberales menos sectarios de su época.

Así lo describe un contemporáneo suyo, adversario político, pero libre del achaque propagandístico de la difamación y la calumnia:   




"Dotado de una hermosa presencia varonil, y en una edad, en que la madurez moral no disminuye todavia las fuerzas fisicas, D. Miguel Gómez, antiguo teniente coronel de ejército, habia sabido ganarse el amor y la confianza de sus soldados por medio de un constante esmero en procurarles ocasiones de adquirir gloria, al par que la satisfaccion de sus justas necesidades. Siempre á su lado ó á su frente, jamás habia consentido que estuviesen privados de lo necesario, sin que el participara de sus mismas privaciones. En los diferentes mandos, que desempeñó bajo las ordenes de Zumalacárregui, de quien fue gefe (sic) del estado mayor, y de Eguia, no solo había manifestado un valor poco común, sino tambien cierta templanza, ó mas bien, moderacion en el uso de la victoria, que le hacia contrastar ventajosamente con otros caudillos de uno y otro bando, cuyos nombres marcará la posteridad con muy distintos colores."

Es cierto que Ramón Cabrera, caudillo carlista, destacó por su crueldad haciéndose acreedor del apodo de "Tigre del Maestrazgo", pero también habría que saber que a la pobre madre de Cabrera la fusilaron los liberales por el solo hecho de ser madre de un "faccioso", lo que desató la cólera de Cabrera convirtiéndolo en un sanguinario exterminador de todos los enemigos que encontraba a su paso. Cabrera, habiéndose incorporado a la columna de nuestro paisano Gómez, añadiendo algunas de sus tropas, fue expulsado por Gómez de la Expedición por la poca clemencia que el Tigre del Maestrazgo mostraba con los prisioneros. Para eso, lo cuenta Pío Baroja, Gómez se citó con él y con otro caudillo valenciano, a las fueras del campamento carlista, y con unos vascos leales escolta de Gómez, éste les dejó claro a los dos que no los quería tener en su columna, debido a su comportamiento inhumano y les ordenó resolutivamente que se montaran en sus respectivos caballos y, con sus pertenencias, ambos regresaran al Maestrazgo, no sin antes decirles: "Vosoltres sols" (Vosotros solos). 

Frente a la ejecución sumaria de los prisioneros, a lanzazos algunas veces, Gómez fomentaba una política de firmeza, pero clemente. Así redactó nuestro paisano una de las muchas circulares que despachó, para poner en libertad a los prisioneros hechos en las escaramuzas y batallas que se produjeron a lo largo de su Expedición:

"Ejército Real de la Derecha.- Bajo el juramento que ha prestado de no volver a tomar las armas por ningún pretexto durante la presente lucha, y con la indispensable obligación de regresar al seno de su familia, concedo libertad y seguridad de su persona y bienes a......., natural de........, el cual....... en.......

Y encargo a las autoridades tanto civiles como militares dispensen a este interesado toda protección, contra cualquiera ofensa que se le intente hacer a pretexto de sus opiniones políticas, pues según las benéficas y paternales miras del Rey N(uestro) S(señor) no debe ser molestado por ellas 

Cuartel General de......., de....... de 1836.

El Comandante General - Miguel Gómez".


No obstante, digamos que la actitud de Cabrera o de otros carlistas tenía explicación por las crueldades que de antemano habían sufrido, las que habían hecho patente sus enemigos liberales que no tenían contemplaciones ni con los civiles. Los militares gubernamentales de María Cristina e Isabel eran implacables con el pueblo: llevaron a cabo ejecuciones, devastaron los núcleos rurales que creían afectos al carlismo, siguiendo las pautas  de guerra de exterminio, empleadas por el liberal Espoz y Mina años antes, durante el Trienio Negro Liberal de 1820-1823. En el interior, en zona controlada bajo el gobierno liberal de María Cristina, imperaba el terrorismo de Estado: las llamadas Milicias Urbanas, una suerte de organización paramilitar de signo progresista, armadas y consentidas por el gobierno ejercían la más tremenda de las represiones sobre todos aquellos que eran conocidos por sus simpatías carlistas o simplemente sospechosos de ser favorables a los carlistas. Lo cuenta alguien nada sospechoso de partidista, un extranjero para más señas: el protestante inglés George Borrow en "La Biblia en España" y que vino a España por esas fechas, para difundir la Biblia protestante por encargo de la Sociedad Bíblica. Las palizas propinadas por estos "urbanos" a los sujetos reputados de carlistas eran el pan de cada día. La Iglesia católica fue víctima de Álvarez Mendizábal que, alegando complicidades entre el clero y el carlismo, procedió a exclaustrar conventos y expropiar los bienes eclesiásticos para repartirlos con sus amiguetes liberales. Muchos carlistas que vivían en zona cristina/isabelina sufrieron también el despojo de sus bienes y el hostigamiento gubernamental.

Y, sin embargo, la política impuesta por el General Gómez siempre fue la del perdón a los prisioneros, a condición de que estos juraran no tomar las armas y se recogieran en sus casas, como arriba ha quedado claro por la circular emitida por nuestro paisano en plena campaña. No había en el General Gómez revanchismo, ni odio ideológico alguno. Y es que el carlismo no es una ideología, como bien explica Javier Barraycoa, en su artículo "El carlismo: una visión metahistórica": "El carlismo no es una ideología, sino principios encarnados". Y así lo demuestra el General Gómez, cuando habiendo conquistado con sus tropas la ciudad de Santiago de Compostela, emitió este bando:








"Y en cuanto a los urbanos, que temerosos por la aproximación de las tropas de mi mando, hayan abandonado sus hogares, pueden volver á ellos seguros de que no serán jamás molestados por razón de opiniones, de cuya verdad [de lo que les digo] ya tienen repetidos ejemplos con los que se han presentado en la ciudad de Oviedo, fuera de lo notoria que es la conducta que hemos observado con los demás del reino. 

Cuartel general de Santiago a 18 de Julio de 1836.- 

El Comandante General Gómez."

Esto nos puede parecer increíble, pero fue cierto. Nos puede parecer increíble por haberse registrado, a lo largo del siglo XIX y, con mayor virulencia, en el correr del siglo XX, truculentos genocidios por motivos religiosos o ideológicos: se siguen cometiendo en nuestros días. Los blancos contra los rojos y los rojos contra los blancos, sin darse tregua, matándose los unos a los otros por el solo hecho de tener "ideologías" enfrentadas. El carlismo -repetimos- no es una ideología, si lo fuese no tendría cabida una manifestación más respetuosa para con los que, en una Guerra Civil, siendo adversarios han terminado cayendo, por derecho de conquista, bajo el poder carlista.

En ese mismo bando citado arriba, el General Gómez se dirigía a los gallegos, en estos términos:

"Yo confío en vuestro patriotismo y unión. A las armas, gallegos leales, a las armas: la victoria es segura; porque la causa es justa, es legítima, es santa y el rey de los ejércitos la protege. Imitad el valor y la constancia de los navarros, vascongados, castellanos y otros muchos; y entonces cesarán los sacrilegios, las profanaciones de los templos, los asesinatos de sus ministros y otros tantos crímenes inauditos de tan aciagos tiempos; entonces serán abatidos y escarmentados; entonces, en fin, la paz y la unión nos harán verdaderamente religiosos y felices a nuestros hijos".

Un liberal no sectario llega a decir de nuestro paisano y su expedición: 

"La conducta que Gomez empezaba á observar en Estremadura (sic) era del todo conforme á su caracter ó al plan que se habia propuesto seguir, y asi despues de licenciar los prisioneros hechos en Almaden y los que nuevamente hizo en Guadalupe, mando bordar en sus banderas la palabraPaz, debajo de la cual se leía, y guerra si me la hacen."

¿Dónde está aquí el fanatismo? ¿Dónde ese odio cainita contra el enemigo, presente en todas las guerras civiles? ¿Dónde la despiadada crueldad, por desgracia tantas veces repetida en los conflictos de ayer y hoy? ¿Dónde está, en fin, esa bestia negra que nos han pintado del carlismo?

Mentiras, nada más que mentiras. 

Esa era su divisa, la que mandó poner en las banderas de su columna nuestro paisano, el carlista Miguel Sancho Gómez Damas:


PAZ

Y GUERRA SI ME LA HACEN.

31/5/15

Cuando la hora llegue



No te dejes engañar, es así como el liberalismo paga a quienes le sirven, en premio a su sacrificio: les promete una paz que nunca disfrutarán, una perfección social que nunca alcanzarán, un progreso que nadie define, unos derechos que nadie ejerce y una libertad que nada significa.

Otros creyeron antes, y después de ellos otros tantos, y siguen creyendo, y seguirán creyendo, muchedumbres, que sucumben y sucumbirán siempre al mismo anti-ideal, el de la libertad de perdición, la libertad que encierra siempre el liberalismo. No es otra, no te engañes, porque a la verdadera Libertad, no llega el hombre por sí mismo, sino por Él.


Tú que diste a los Tronos mártires, en lugar de cortesanos, y que ves como el agua conserva su pureza mientras se ve obligada a agitarse, y se corrompe cuando se halla en reposo, pues ansía siempre correr en libertad, concédenos que mientras haya fe en nuestros corazones, pueda la adversidad hacernos blanco de sus dardos;  y será  hasta el momento preciso en que, solo Tú lo sabes, susurres a nuestro oído: Despierta y lucha, tú que amas la Verdad con delirio y la defiendes con valor; tú que enrojeces en el fuego de tu corazón el móvil de tus aspiraciones y caldeas en la fragua de tu inteligencia el ideal de tu vida. Despierta y lucha sin buscar premio ni ambicionar galardón en la victoria, para Mi mayor gloria.

17/5/15

Odio eterno al mundo moderno (II)


Bienaventurados sois, ya que no por otra causa sois odiados y perseguidos, sino por el género de vida que libremente habéis elegido. Si hubierais seguido los consejos e inclinaciones del mundo, no os daría él ningún disgusto, antes bien, os colmaría de favores; mas porque camináis en dirección opuesta totalmente a la senda que él sigue, por eso os odia y os hace guerra.


Conviene que tengáis el cuchillo en la mano para defenderos: y que sea de dos filos; esto es: de odio y de amor; amor de la virtud y odio del vicio. Y con este cuchillo apuñalaréis al mundo odiando sus estados, delicias, pompas, vanidades; y toda la infinita soberbia; y apuñalaréis vuestra fragilidad con el odio, ese odio que trajisteis del santo conocimiento de vosotros mismos; y con el amor de vuestro Creador, que es amor que adquiristeis por el conocimiento de Dios y de vosotros: que por este amor entrasteis en la batalla.

15/4/15

Lo sublime II


“ADVIÉRTOTE QUE JAMÁS QUERRÉ TROCAR MI MISERIA POR TU ESCLAVITUD”

Porque la grandeza de toda acción, siempre se manifiesta y comprueba del modo mas inteligible por la grandeza de la oposición y de los obstáculos de que triunfa o incluso sucumbe, y el hombre grande jamás aparece con mas gloriosa luz que en la lucha. Decía Séneca: no hay espectáculo a que los dioses miren con mas recreo y admiración, que al del hombre grande lidiando con la adversidad. Y esta lucha y oposición es maravillosa ya en el mismo interior del corazón humano, siendo una lucha interna que el hombre sostiene consigo mismo para alcanzar su propia sublimidad del alma, o se hace al exterior combatiendo el hombre con el mundo que le rodea.

Por eso aparece sublime el Hijo de Dios hecho hombre, triunfando de la humanidad desobediente en el monte de los Olivos. Lo Sublime por excelencia, grado inalcanzable para el hombre pero reflejo de su imitación.

A lo sublime se contrapone lo ridículo. La ridiculez de la modernidad. Aquél despierta en nosotros la idea de una grandeza, y éste la de una pequeñez infinitas.



13/4/15

Lo sublime



La naturaleza no ha elegido al hombre para un género de vida bajo e innoble, sino que introduciéndonos en la vida y en el universo entero como en un gran festival, para que seamos espectadores de todas sus pruebas y ardientes competidores, hizo nacer en  nuestras almas desde un principio un amor invencible por lo que es siempre grande y, en relación con nosotros, sobrenatural. Por eso, para el ímpetu de la contemplación y del impulso humano, no es suficiente el universo entero, sino que con harta frecuencia, nuestros pensamientos abandonan las fronteras del mundo que los rodea y, si uno pudiera mirar en derredor la vida y ver cuán gran participación tiene en todo lo extraordinario, lo grande y lo bello, sabría, en seguida, para qué hemos nacido.

La sublimidad, surge en ése para qué hemos nacido, que da grandiosa finalidad a la naturaleza humana, sacándola, con un anhelo siempre repetido y siempre frustrado, de la mísera pequeñez de lo inmediato. El patetismo, por el contrario, es la categoría estética de la modernidad en contraposición a lo sublime.


"Reina indudablemente una ley eterna e inviolable que exige el justo deber; escrita está con el buril divino, y grabada está con caracteres indelebles en el pecho de todo hombre."

11/4/15

No importa


Déjenme los que no quieran morir por la Ley santa de Dios y de la Cruz. Nada me importa quedar solo. Haré clavar mi estandarte al pie de esas eminencias, y cuando caiga en la lucha, cobijará mi cuerpo y dará sombra a mi tumba. Cuando no se puede vencer, queda expédito el camino de morir. ¡Muramos, caballeros, y ya que no la corona de la victoria, sepamos conquistar la del martirio! No importa.

Sonríe cuando todos lloran, se yergue cuando todos se abaten. Es tan grande que sus pies se hunden en los abismos de la tradición y su frente se apoya en el cielo de lo por venir; y su frente, que aun no ha existido, ni jamás existirá poder humano que lo venza; es tan terco, que, por allí por donde nadie pasa, es por donde acomete él y donde le gusta combatir; cuando entra en el campo de batalla, es cuando todo lo ha destruido la derrota, o cuando nada ha dispuesto la previsión; entonces, en esos supremos momentos en que los mas animosos flaquean, en que los mas potentes vacilan, cuando los héroes han pasado a ser mártires, cuando es cadáver el que no huyó, las murallas montones de escombros y las armas pedazos inútiles de hierro tirados por el suelo,  aparece, se interpone entre los que avanzan y los que retroceden, encárase con insolencia sublime con la victoria injusta, y para de detenerla en su carrera de fiera no domada, le dispara su propio nombre que le ha hecho inmortal, le dice arrogantemente: No importa, y se ríe, se ríe con una risa franca y sonora que resuena en todo el planeta; y que van repitiendo y agigantando los ecos del tiempo por las bóvedas de la historia.


Contra esa risa y contra esa frase aun no se ha inventado ni jamás se inventará la coraza. Son dos balas que lo traspasan todo: imperios, civilizaciones, pueblos. Nada las detiene y nada las resiste. Son un talismán de procedencia divina, porque Dios es el que se lo ha dado a un pueblo que, aunque pecador, es católico, y se lo ha dado para que no perezca, para que siempre viva y vaya dando a su vez, a través de los siglos, testimonio glorioso de que las nobles fuerzas del alma pueden mas que las fuerzas puramente materiales y físicas.

20/3/15

Abhorrescere




Hay hombres a quien debemos aborrecer y execrar, como es aborrecible y execrable el error y el mal que representan.


Entonces la caridad, la sublime y santa caridad para con Dios y para con el prójimo, nos mandaba llamar lobos y demonios a tales nombres y a tales hombres; la caridad nos manda tratarlos como tales, designarlos como tales al recelo y al desprecio y al enojo de la incauta multitud; nos manda mostrarnos con ellos duros, intratables, acerados, sin clase alguna de contemporización o indulgencia. Porque entonces, sabido es que no detestamos ni execramos la carne y el hueso de aquel hombre o la fama material de aquel hombre, sino su funesta significación, su maléfica influencia, su perversa condición de palabra de satanás para perder almas.

9/10/14

¿No tenéis alas?


Dieron la cara a la vida como a la muerte, arrancándole al destino por la fe, su máscara de apariencia eterna.




Lucharon y murieron, ellos, que llevaban como una maldición, corazones de intrepidez inquebrantable. Llamadlos locos si queréis; poseídos de la demencia que no cede sino cuando todo está perdido o ni siquiera. Milicias que en las épicas fatigas, cayeron indistintas e ignoradas. Que murieron en manos enemigas, fulgentes de entusiasmo las miradas. Oscuros Alejandros y Espartacos, la ingratitud de vuestro sino aterra; en las cruentas labores de la guerra, sembradora de lauros, fueron sacos de estiércol ¡ay! para abonar la tierra. Entonces llegaron las efímeras victorias de los hombres del placer, las groseras presunciones de los hombres del dinero, las grotescas arrogancias de los hombres del poder…todo un mundo de infortunios de la pobre humanidad.



Era un día de amarguras cuando, cargados con el pesar y la derrota, escasos y desesperanzados, subieron la cuesta de la alegre montaña que veían ya a sus pies, en cuya cima la luz es clara, brillante y nítida:



“Hijos de los hombres, de qué tenéis miedo, ¿acaso creéis que vuestro destino está sellado de nuevo? ved ya que sobre las cimas del alma está cayendo luz. Abrid el corazón, porque llegó la hora matutina. Surgid en gozo, y haced como los pájaros; en los huertos esperan las mieles del fruto y los frescores del rocío.

- En los huertos cerrados – dijeron los hombres.

- ¿no tenéis alas? – replicó la luz”.

10/9/14

El amanecer de Dios


Tú no nos elegiste Señor, para que fuéramos delincuentes contra los delincuentes, sino soldados ejemplares. Aparta pues de nosotros, todo lo que otros quisieran que hiciésemos, pues solo Tú sabes con palabra de profecía para qué deben estar agudizadas las flechas y tendidos los arcos.


Si, somos muy pocos y en ocasiones caemos en la desesperanza, pues ¿qué puede hacer incluso uno, contra el propio orbe? Sin embargo, solo al reconocer la oscuridad que hoy nos rodea, viendo que por todas partes nos ciñe el destierro del mundo, es cuando entonces y solo entonces, somos capaces de atisbar con todo matiz el amanecer diario de Dios.

COR UNUM ET ANIMA UNA.



20/6/14

Esperanza


¡Resistid, dicen los malditos sin patria, luchad contra Goliat! ¡Resistid, dicen hasta los que blasfeman de la fe! ¡Resistid, gritan los que han perdido la noción del valor al pedir sacrificio en nombre…¿de quién? Y es que hasta las fieras buscan en la esperanza un rayo de fe que de a sus instintos una satisfacción.


La esperanza es hermosa cuando niño eres. Es tesoro de un derecho que la misma muerte no osa arrebatar: Esperanza es, gozar de Dios. Fulge a todas horas, bajo las estrellas y el sol. Fulge en nuestras aguas, en los tallos mas tiernos de las plantas, en los ojos bellos de la mujer y de los niños, y hasta en los del hombre en momentos en que incluso podría decirse que está prohibida.

Esperamos, cuando oramos. Nunca se clama en vano. Tú, de la misma pena, haces que nazca el sueño de la esperanza. Todo, Señor, lo escuchas. En medio de las estrellas, tu caminar suspendes, y oyes estas querellas que solo Tú comprendes.

Toda nuestra historia es una batalla para Aquél ante el cual mil años son como un día; combatimos por la libertad, la patria y la eternidad; el triunfo del bien, el orden moral y la Ley imperecedera; tal es nuestro grito de guerra, imperturbable, silencioso, invisible a sus soldados, pero entre ellos, dirige Dios mismo. Que el triunfo de su causa y la nuestra, es seguro, lo creemos y lo esperamos, porque la tenemos, Esperanza.

Dice el salmista, “AUNQUE SE LEVANTEN MULTITUD DE CAMPAMENTOS, NO SE PERTURBARÁ MI CORAZÓN Y NO DEJARÁ DE ESPERAR EN ÉL”

16/5/14

Consurge anima!



Si el sueño es realidad maquillada de mentira, mas conviene despertar que malgastar así la vida. Algo así parecido decía Bécquer, sobre asunto tan trillado, aunque a mi sin querer, me haya salido un pareado.




Si la vida es un sueño (Calderón magnus dixit) , es porque corre el hombre tal vez en pos de aspiración mezquina; sedúcenle la pompa y el renombre, y el bastardo interés su alma domina, y es su error tan profundo, que aunque asombre a muchos aserción tan peregrina, SU EXISTENCIA PASIVA, TORPE, INERTE, ES LA FASE MAS TRISTE DE SU MUERTE. ¿A qué vivir muriendo? Si tenemos en la conciencia un sol inextinguible, si a la inmortalidad podemos llegar, si es incesantemente perfectible nuestro ser, si de fuerza disponemos para escalar el cielo, si es posible progresar y vencer ¿a que ese empeño de transformar la realidad en sueño?



El hombre en su incesante desvarío, no ve que aquí en la tierra la mas pura ilusión va envuelta en lodo, Nec litteras didicit, nec natare.



POSEEMOS UNA FUERZA Y LA EXTINGUIMOS en delirios falaces y en quimeras; nuestra alma tiene alas. PODEMOS DESPERTAR Y NOS DORMIMOS prefiriendo mentiras lisonjeras a la eterna verdad. ¡¡Despierta pues el alma y ten la razón serena ante una muchedumbre adormecida!! Cuán profunda verdad, cuán repetida en nuestro mundo ha sido, mas cuán pocos la han comprendido.



Hacer una verdad nuestra existencia, no sueño engañador ni fría muerte, oponiendo un alma que resuelta y valerosa cumple en la vida su misión grandiosa. ¡¡Mueva al mal constante guerra, hasta llegar a Dios desde la tierra!!

6/5/14

Memento Toletum: una tierra, un rey.


¡AY, REY VENDIDO Y TRISTE!


¡AY, REINO INGRATO QUE OTRO REY QUISISTE!

¡ADIOS!... MURIÓ MI PATRIA CON MI REY.

ROTA EN EL CAMPO SU ESPADA,

Y BORRADA SU FE Y SUS ESCUDOS,

Y UN NUEVO DUEÑO EN SU CASA.



Al rey justo destronado por rendir culto a la fe; porque aquellas lastimeras y misérrimas ruinas, lloran sangre y se querellan, cuando avanzan las neblinas de la noche, como huestes formidables del que fue. Dios de nuestros reyes antiguos: “REANIMA LOS CORAZONES, PROCÚRALES EL VALOR DE ANTAÑO EN UN MUNDO QUE SE ENFRÍA”

Memento Toletum. Recuerda el día en que la patria nació y floreció.



27/4/14

Contra todos


“Pero ¿y si los malos españoles patrocinasen los infandos proyectos, y aumentasen sus brazos a los brazos de los tiranos; y los guardianes de las leyes patrias permaneciesen tranquilos a la vista de estas demasías; y a los que debían pagar en los cadalsos se les consintiese intervenir en los destinos de los pueblos; y éstos, olvidados de su dignidad, no se apercibiesen contra sus solapados enemigos; y si a la profunda apatía se siguiese el descontento, y a éste la anarquía, y a la anarquía…entonces, ¿qué remedio?...¡qué remedio!...Pelear contra todos…pelear; y si esto no bastase, morir como españoles; como españoles, nada mas que como españoles”.


PALADÍN DE LA NOBLEZA Y LEALTAD, Y ES EL DAÑO LA RUÍN COMPENSACIÓN. EN PREMIO A LA HONRADEZ Y LA VIRTUD ME TORTURA INCESANTE PADECER QUE ME OTORGA ESTA INJUSTA SOCIEDAD. SI OTRA GLORIA NO ALCANZO A MERECER, ¡POR QUÉ, DIOS MÍO, Y PARA QUÉ NACÍ!

25/3/14

Santa locura


“(…) sólo desesperan aquellos que ven el fin más allá de toda duda. Nosotros no (…) aunque pueda parecer locura a aquéllos que se atan a falsas esperanzas. Bueno, ¡que la locura sea nuestro manto, un velo en los ojos del enemigo!”


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Los fulgores del genio deslumbran al pusilánime, los arranques de un corazón noble y animoso lo dejan pasmado. Duda de todo, es el hombre sin fe alentadora, inútil para toda empresa que suponga esfuerzo soberano, sin ideales hermosos, la tortuga que envidia al águila.

¡Un loco!, exclaman los que blasonan de discretos y los bien hallados con la apacible comodidad de un vivir sin hacer cosa y empresa de provecho. Muchos no lo entienden. Tiene que acudir a otros ilusos como él. Son histéricos, dice la gente, pobrecitos, visionarios.

¡Santa locura!¡inefable ilusión!¡visión bendita!¡Dichosos los que entienden estas palabras!. Para el hombre-masa, envuelven un absurdo. El genio se abre paso entre la muchedumbre de los pusilánimes, y los reconviene con las palabras del Redentor: “hombres de poca fe, ¿por qué dudasteis?”

11/3/14

El sueño de los héroes


El sueño de los héroes es tan largo, tan largo, que agota la vida del que se sienta a su lado en espera de que despierten. Despiertan, si, ante otras generaciones para hacerles el relato de sus hazañas y mostrarles una bella ruta a seguir en la vida. Pero no tienen por qué despertar, cuando quienes los llaman saben la leyenda exacta de los que reposan.

8/3/14

Vicisti Galilae!


“¿Quién abrirá las puertas de su boca? Espanta ver el cerco de sus dientes. Cuando estornuda arroja chispas de fuego, y sus ojos centellean como los rayos de la aurora. Cuando se levanta, tienen miedo los mismo ángeles. Si alguno quiere embestirle, no valen contra él ni la lanza, ni la coraza, ni la espada. Porque fue hecho para no temer a nadie” (Job, cap. XLI)


Y tiene legión de acólitos tanto en este mundo como en las sombras:

-¡Insensatos! ¿Contra quién dirigís vuestras envenenadas flechas?

-Contra el cielo, contra Dios –responden con furia.

-Y ¿habéis creido en vuestro delirio impío, poder escalar el cielo y arrojar de él al Omnipotente?

-Si, podremos –responden- y aplastaremos al infame y borraremos del mundo hasta su nombre. Ellos o nosotros.

Señor de los ejércitos, dichosos los hombres que confían en ti: “Venid ahora todos los demonios del infierno, quiero saber qué mal me podéis hacer. Porque tomaba yo una cruz en la mano y parecía verdaderamente darme Dios ánimo contra todos ellos”

El combate no ha hecho mas que comenzar, no dejemos nunca a la tristeza adueñarse del corazón, tristitiam non des animae tuae, porque así será pues que llegará el día en que dirán finalmente: Venciste, Galileo.

5/3/14

Fuerza moral


La fuerza moral es la virtud, que capacita al hombre para llenar sus deberes; la dignidad, que produce amor a la milicia; la gratitud, que purifica el alma; la abnegación, que sacrifica juventud y riqueza. La fuerza moral del hombre es el ESPÍRITU DE HONOR, la EXPRESIÓN DE LA DIGNIDAD, el SANTUARIO DE LA CABALLEROSIDAD, el REFLEJO DEL CARIÑO y el INCENSARIO donde la patria vierte sus glorias para perfumar el corazón de sus hijos.


La fuerza moral es la victoria, porque en ella, mas que la voluntad puede el corazón, mas que la disciplina el sentimiento patrio, mas que la obediencia el cariño, mas que el mando la intensidad del afecto, mas que la esperanza del agradecimiento el contento del terruño, y mas que las satisfacciones del presente los elogios del porvenir.

¿Qué otra cosa sino fe es esa fuerza moral, que sujeta misteriosamente opuestas cualidades? ¿No es fe la fuerza moral que levanta al pusilánime, refrena al arrojadizo, ayuda al débil y rebaja al orgulloso? Sin la fe, la fuerza moral titubearía, rodaría arrastrando los prestigios legados por el pasado y las esperanzas puestas en el porvenir. La fuerza moral basada en la fe, trae consigo la exaltación de los nobles corazones. La fuerza moral independiente de la fe, conduce al aniquilamiento de toda civilización y a la muerte de toda sociedad.

28/2/14

El hombre tranquilo


Lejos de un mundo engañoso y ajeno a las tempestades que siempre roban al hombre el reposo, humilde pero animado, ante la Fe que le inspira y no importándole que las pasiones de su alrededor se agiten: él siempre despreciará las ficciones del mundo que envuelven dolor y llanto, y tranquilo, bajo el manto de la fe y la religión hablará de lo digno y lo santo.


Su mente traspasa las densas nubes buscando siempre sagrada inspiración, y es el mismo Dios quien la sustenta, pues cosa cierta es que ésta es nada sin la fe y la religión. Por ellas nace, vive, va a la guerra, y muere. Siempre gozoso y tranquilo.

26/2/14

Soy la fuente en la roca, el dique en la corriente


Ufánate generación moderna,


Ya cada entendimiento es un abismo,

Ya cada corazón una caverna.



¿Quiénes somos nosotros para detener y encauzar esas impetuosas corrientes, que hacen rodar a todos por el suelo en confuso tropel, saltando de tumbo en tumbo, y buscando a la luz de sus pasiones y de sus miserias una felicidad que solo existe en el Cielo, y que solo pueden ver y conquistar con la luz de la Fe? Esto no impide que nos consideremos obligados a oponer a este desbordamiento todas nuestras fuerzas, para que al arrollarlas y destruirlas siquiera pierda algo de su impetuosidad y violencia; y así, a fuerza de chocar y salvar diques, llegará el día en que otros hombres con mas bríos y facultades que nosotros puedan, no ya contener el torrente, sino convertirlo en manso arroyo.

Misión de cada generación es, dejar el terreno preparado para la siguiente…porque hoy soy yunque, pero mañana seré martillo.



Yo soy el eterno luchador que nunca

ha resultado en la contienda herido.

Si no fui vencedor, ¡aun es temprano!

Tampoco se dirá que fui vencido.



Me cruzaron los brazos en la liza…

A mi rival prestáronle terreno…

Agua pedí para calmar mis ansias

Y una copa me dieron de veneno.



Removiendo el escombro de mis dichas

El verme sin amparo no me aterra…

El luchador sus lágrimas reprime

Y se lanza con ímpetu a la guerra.



Yo soy como la fuente en la roca

Revienta en busca de la luz del día…

Y saltando los riscos a su paso

Pidiendo va la libertad que ansía.

20/2/14

Caballero del Ideal


Hay quienes tienen sus miradas puestas en la altura, y en ellas siempre se ve un mundo de esperanza. En su porte se delata la nobleza de su estirpe. Son paladines del enigma y peregrinos del misterio porque nadie sabe dónde van. Si quieres saberlo, alza la mirada:


Peregrinos de la vida que vagáis por el desierto,

Los que en busca de Jordanes encontráis solo un mar Muerto

Y vivís enamorados de una estrella celestial:

Si soñáis un mundo nuevo todo luz y redenciones,

Elevad los corazones

¡mas allá del sacrificio os espera el Ideal!

Ha limpiado y bruñido las armas de sus abuelos, para pelear con ellas. Le llaman loco. No tiene el caballero ninguna comunidad de espíritu con la gente que le rodea. ¡Qué amargura!, hasta su casa le pesa demasiado. Quiere hacer que reine la justicia en la tierra. Pero está solo, porque nadie le comprende y, por lo tanto, nadie le ama. Queda Don Quijote siempre vencido, pero con el ideal enhiesto.

Pasa la vida enamorado de un ideal impalpable, que sería un martirio eterno si no la alimentase la esperanza de sentir los besos de la gloria. Así pues, ¿qué sería de la humana existencia si un ideal sublime no la guía hacia un progreso eterno? Y ¡ay de aquél que en lo profundo del alma no adora a una encantada Dulcinea!. Porque Dulcinea es la Fe que al héroe alienta, la gloria por que muere el valeroso, la verdad que el filósofo rastrea. Siempre Dulcinea.





10/2/14

Hombres sin tiempo



La cobardía siempre busca aliados en la razón; y la razón no halló jamás en los hombres pasión mas sumisa que el miedo. Todas las pasiones se sublevan contra ella, menos el miedo, que parece un hijo sumiso de la razón. Es un ardid para someter a los pueblos o a las tropas acobardadas de antemano.


Por eso la obra de nuestra salvación es exclusiva de la audacia impelida por la voluntad de los hombres. De nada sirve tener una inteligencia de mayor calibre que el ánimo mismo, pues el peso específico de la razón, es un ancla poderosa; y ya lo decía Plauto: “en la adversidad, el recurso mas eficaz es tener buen ánimo”.

La inteligencia es un escudo; pero un escudo solo es defensivo y quien se defiende se considera de antemano vencido. Tampoco sirve de nada la quietud: que no se hable de luchar por nadie; nada de correr otra vez aventuras. Aquiétese don Quijote, que está ahora para sanar en las manos de la sobrina y el ama, y aconsejado del buen Sancho, para gozar de perpetua tranquilidad.

Hemos llegado a hacer de la quietud y del tiempo, un aliado. Se educa a los hombres con un precepto defensivo que encajó en todas las conciencias: “el tiempo y yo, para otros dos”. Baltasar Gracián fustigaba en su época ese concepto defensivo y mezquino de la vida, y lo combatía rudamente: “el sin tiempo y yo para otros dos y aun para todos”. Por eso, ésa ha de ser nuestra norma, el sin tiempo, la resolución audaz y fulgurante, la audacia ciega y heróica; y para esto es preciso no vivir de las ideas del instinto, sino de aquellas ideas del espíritu, y no hay otra manera de educar el espíritu de un hombre que por medio de las luchas de la vida.

Las ideas del espíritu se encuentran donde la naturaleza ordena en los hombres y en los pueblos: en el sentimiento, aquella reserva de energías inagotable que se llama corazón, y aquí es donde se debe centrar el alma. Procedamos como la naturaleza procede: forma un corazón, palpita y en su misterioso latido va encerrado el secreto de la vida. Un hombre y un pueblo son grandes por su capacidad de sacrificio, y esa capacidad jamás la dará el cerebro o el instinto; solo tiene impulso vigoroso para crearla, el corazón.

La riqueza y la grandeza de los pueblos se labran con la lucha, con la voluntad de vivir que impera en su corazón, y éste es el templo soberano de su grandeza, desde donde obra e irradia la gracia de Dios.